La rica historia de Sint-Clarastraat 18 en Brujas
Bienvenido a Sint-Clarastraat 18, una propiedad cargada de historia y encanto, situada en el corazón de Brujas. Esta casa ofrece a los huéspedes la oportunidad de retroceder en el tiempo y experimentar el vibrante patrimonio de una ciudad que ha sido una encrucijada de la artesanía y el comercio durante siglos.

Una residencia histórica con profundas raíces
La historia de Sint-Clarastraat 18 se remonta a principios del siglo XIX, cuando se registró con el número de casa austriaca E17/26. Su primer propietario registrado fue Rupertus (Robert) Houvenaeghel, comisario del Berg van Barmhartigheid (Monte de la Misericordia) de Brujas, una institución benéfica. Su administración reflejaba el vínculo de la propiedad con la vida cívica y social de la ciudad.
A mediados del siglo XIX, el hijo de Rupertus, Karel Houvenaeghel, se convirtió en propietario, vinculando aún más la propiedad a un legado de familia y continuidad. La viuda de Karel, Rosalia Baey, heredó más tarde la casa, manteniendo su papel como parte vital del dinámico tejido urbano de Brujas.
En 1888, la propiedad pasó a Mathilde Baey, viuda de Desideer Timmery, y en 1898, a Victoor Leenaerdt. Tras la Primera Guerra Mundial, la casa se dividió entre los hijos de Leenaerdt, lo que simboliza su perdurable conexión con la vida familiar.
Un centro de comercio y artesanía
Sint-Clarastraat 18 no era sólo un hogar: era un lugar de comercio y artesanía. Los registros de 1827 muestran que Bernard Roose, un comerciante que vendía zuecos en el bullicioso mercado de Brujas, vivía aquí junto a Bruno Roose, un tendero. Esta tradición empresarial continuó en la década de 1830, cuando Frans Maertens, otro comerciante, se instaló en la casa.
En 1866, Philippe Naeyaert, hábil zapatero, residió aquí, seguido en 1867 por Emile Rivière, pintor. Cada uno de estos residentes añadió una capa de historia a la casa, reflejando el espíritu laborioso de Brujas.
Una estancia moderna con carácter histórico
En la actualidad, Sint-Clarastraat 18 es un testimonio de la artesanía, el espíritu empresarial y la vida familiar que definieron Brujas a lo largo de los siglos. Conservada con amor y cuidadosamente actualizada, la propiedad ofrece una mezcla única de encanto histórico y comodidades modernas.
En 2024, la casa fue cuidadosamente renovada por De Drie Koningen alquileres de vacaciones para preservar su encanto histórico al tiempo que ofrece el confort moderno para los viajeros de hoy.
Su retiro histórico en Brujas
Sint-Clarastraat 18 le invita a conocer de primera mano un pedazo de la historia de Brujas. Desde su arquitectura centenaria hasta su vibrante pasado como hogar de artesanos y comerciantes, esta propiedad ofrece una estancia auténtica e inolvidable en el corazón de la ciudad.
Descubra la magia de Brujas en Sint-Clarastraat 18, donde el pasado se funde con el presente en perfecta armonía.